Como la naturaleza. Históricamente las cuevas han sido la solución para la imprescindible estabilización de la temperatura del vino durante su maduración. Hoy, gracias al Know How acumulado por Comercial Frío Balear durante más de 30 años, podemos ofrecer soluciones técnicas totalmente personalizadas que nos permiten “mimar” la uva desde el momento mismo de la vendimia hasta su conservación y mantenimiento.
El frío tiene, desde el momento de la recogida de la fruta, un papel clave, permitiendo, por ejemplo, llevar mediante cámaras frigoríficas portátiles, la uva de la planta a la bodega sin que se inicie la temida fermentación.

La bodega, su solución. En CFB Realizamos instalaciones personalizadas y adaptadas a las necesidades de cada bodega, teniendo en cuenta volumen de producción, ubicación, espacio físico, rotación, volumen de almacenamiento, período de almacenamiento, temperatura del producto, régimen de trabajo, tiempo de enfriamiento, forma y características del almacenamiento, integración con otros sistemas e instalaciones.

El frío: de la vid a la venta. Comercial Frío Balear atesora un enorme caudal de conocimientos, sabiduría y recursos en todas las fases de producción de vinos y cavas de gran calidad. En este desarrollo de la ciencia y el arte de construir un gran vino cada vez se más claro la gran aportación a la calidad que puede suponer una buena gestión de la temperatura y la humedad.
El control de temperatura ya no se limita al envejecimiento y conservación del vino, sino que comienza en los primeros pasos desde que se lleva a cabo la vendimia.

En el actual sector agroalimentario el frío y el control de temperatura tienen la clave para asegurar la máxima calidad, durabilidad y rentabilidad en todo el proceso de la tierra de cultivo a la mesa del consumidor. La importancia económica y ecológica del frío agroalimentario es tal que se calcula que entre un 25% y un 42% de los productos agroalimentarios perecederos se desperdicia por una gestión inadecuada del frío y del control de temperatura y humedad.

En CFB hemos demostrado reiteradamente nuestro saber hacer en diferentes áreas del sector agroalimentario. Para empezar nuestros especialistas identifican cuales son los puntos críticos de la cadena de frío. Nuestra experiencia y capacidad en diseño, ingeniería, instalación y mantenimiento de todo tipo de proyectos relacionados con la agroindustria nos permite prolongar durante más tiempo la calidad de los productos perecederos, con un substancial impacto positivo tanto en rentabilidad del producto como en la minimización del consumo energético.

Desde la cosecha al punto de venta pasando por la distribución, Comercial Frío Balear es el aliado perfecto para aumentar la rentabilidad, eficiencia y sostenibilidad del sector agroalimentario, un sector en el que aún existe un amplio margen de mejora en el control y gestión de la estabilidad de la humedad y temperatura de los productos perecederos.

Los técnicos de CFB saben que hay que hilar muy fino en la conservación de la fruta y la verdura en todas sus fases desde el huerto a la cesta de la compra. La complejidad técnica de la gestión del frío es máxima, puesto que intervienen multitud de factores que hay que gestionar y controlar. A modo de ejemplo: el etileno, un gas generado por los propios vegetales que hay que «borrar del mapa» cuando nuestro objetivo es frenar la maduración. Además del control de temperatura y humedad relativa, tenemos experiencia en las tecnologías más avanzadas y eficientes que incluyen también la renovación de aire y el control de gases, como el oxígeno, para prolongar la vida de los vegetales. Todo siempre teniendo en cuenta que no hay dos proyectos iguales y que hay que hacer un traje a medida para cada caso y cliente.

Desde el momento cero del sacrificio o la pesca, el control de temperatura y humedad son la clave para garantizar la calidad de la carne y el pescado. Del matadero o la barca hasta el consumidor el mantenimiento de la cadena del frío es el punto central en el que Comercial Frío Balear se ha especializado, trabajando tanto en la industria cárnica, especialmente de Mallorca (sobre todo cerdo y cordero) como en las lonjas. Tanto en conservación de pescado y carne fresca como congelado, en CFB diseñamos, instalamos y controlamos los equipos especializados para mantener en óptimas condiciones la cadena del frío en todo tipo de carnes, pescados y mariscos, con especial cuidado en mantener siempre el producto libre de cualquier tipo de contaminantes para llegar en perfectas condiciones organolépticas e higiénico-sanitarias al consumidor final.

Los productores y distribuidores de alimentos saben que de la primera a la última milla de la distribución la clave está en el frío. Por eso el expertise de CFB trabaja codo con codo con nuestros clientes para asegurar la mayor eficiencia en toda la cadena de frío, un punto clave en la competitividad de muchas empresas, sobre todo en un contexto de tensión en los precios de la energía. La innovación y el I+D de Comercial Frío Balear son el socio más importante para el futuro de muchas empresas.

En el diseño y la construcción de cámaras de procesos de frío industrial la experiencia es determinante. En este sentido CFB interviene en el diseño del proyecto, desde nuestra oficina técnica, hasta la instalación completa de la solución frigorífica pasando por todas las etapas intermedias. Todos estos procesos los realizamos optimizando, en la mayor medida posible, la protección medioambiental y minimizando el impacto sonoro. Estas instalaciones a medida tienen un amplio espectro de usos, como industrias cárnicas, industrias hortofrutícolas, elaboración y extracción de lácteos y derivados, granjas, panes, masas congeladas e industrias de bollería y panadería de gran consumo, industrias del pescado y sus derivados, almacenes frigoríficos y centros logísticos de estancia y distribución, salas blancas, salas limpias, almacenes autoportantes, instalaciones de restauración colectiva y hostelería, grandes cadenas de distribución mayorista o minorista, etc.

Las plantas enfriadoras se usan para atemperar especialmente grandes superficies con la máxima eficiencia operativa y de mantenimiento, permitiendo trabajar a un amplio rango de potencias. Están diseñadas para alcanzar rápidamente la temperatura deseada y són fáciles de usar y mantener. Su diseño compacto y autónomo además de su nivel sonoro reducido, bajos costes de mantenimiento y su larga vida útil son sus principales ventajas. Estas plantas enfrían agua o glicol (fluidos caloportadores naturales) cuando es necesario una menor temperatura, para alimentar el circuito de flujo refrigerado. En CFB aportamos soluciones innovadoras en el diseño e instalación de estas plantas con las que llevamos trabajando mucho tiempo y que conocemos en profundidad.

Para mantener las frutas y verduras en buenas condiciones es fundamental someterlas a un proceso de conservación que no afecte a la salud de los consumidores. El frío industrial es el procedimiento más seguro, ya que retrasa la maduración y el envejecimiento del producto, prolongando así la vida útil de los alimentos perecederos.
En el proceso de conservación de estos alimentos hay que tener en cuenta diversos factores, como el tipo de fruta. Existen dos tipos de fruta en cuanto a su conservación, maduración y metabolismo:
· Frutas no climatéricas: Solo tienen un único punto de maduración, es decir, se recolectan justo antes de su consumo. Algunos ejemplos son la piña, fresas, calabacines, berenjenas…
· Frutas climatéricas: Son aquellas que siguen madurando una vez se han separado de la planta, como la manzana, plátanos, peras, tomates…
La refrigeración de estos alimentos se realiza en cámaras frigoríficas en atmósfera controlada como las que ya hemos diseñado y puesto en funcionamiento para diferentes clientes de Comercial Frío Balear. Estas cámaras frigoríficas controlan la temperatura, humedad, circulación y renovación de aire.

Mediante el diseño, instalación, puesta en marcha y mantenimiento de diferentes equipos, CFB ofrece un servicio integral que incluye la fermentación controlada de productos alimentarios (no sólo en la industria del vino, sino en muchas otras), como la fabricación de panes, donde el control tanto de temperatura como de humedad son prioritarios, tanto para el bloqueo de la fermentación como para su reanudación cuando sea conveniente.

En el frío de los sistemas agroindustriales el aislamiento marca la diferencia. Por eso en CFB trabajamos con la tecnología y los procesos más avanzados para evitar el paso del calor a las instalaciones agroindustriales. La bajísima conductividad térmica de los sistemas que proporcionamos nos permite crear cuartos fríos de alta eficiencia y muy bajo consumo. Además trabajamos con materiales que garantizan la asepsia requerida para el manejo y almacenamiento de productos perecederos, gracias a sus superficies lisas y lavables.

El equipo de CFB ha llevado a cabo con éxito la puesta en marcha de instalaciones secadoras de productos agrícolas, imprescindibles para su eficiente conservación y rendimiento comercial. Aunque el proceso de secado varía mucho en cada especie vegetal, e incluso entre variedades del mismo producto, las técnicas que planteamos están orientadas a reducir la humedad presente en el producto (por ejemplo cereal). Es importante destacar que siempre trabajamos intensamente el diseño del proceso, puesto que un buen diseño permite grandes ahorros energéticos (por ejemplo usando recuperadores de calor).

Los secaderos que diseñamos e instalamos en CFB están diseñados para replicar el proceso natural de secado, curado, maduración y estufaje de productos como embutidos (la emblemática sobrasada mallorquina entre ellos), carnes y quesos. Los factores que manejamos y controlamos son el control de la temperatura, la humedad y el movimiento de aire. Ante los cambios estacionales y de demanda del producto, es necesario recurrir a este tipo de soluciones de secado para conseguir una calidad estandarizada del producto en cualquier época del año y en cualquier lugar. La tecnología que aplicamos permite un gran ahorro energético con un gasto mínimo de mantenimiento gracias al aprovechamiento del calor de compresión.

Gracias al carácter multidisciplinar de los profesionales de CFB y nuestra dilatada experiencia, tenemos la capacidad y el saber hacer para trabajar con sistemas, tecnologías y fluidos no convencionales. Esto nos ha permitido participar en proyectos con altas exigencias y para aplicaciones experimentales, además de otras aplicaciones más usuales pero que requieren de un elevado conocimiento tecnológico como, por ejemplo, nuestros equipos de refrigeración con amoníaco. Nuestro expertise también nos permite trabajar en ámbitos alejados del frío industrial, comercial y la climatización, adentrándonos en otros ámbitos técnico-científicos.